Circular
A toda la Iglesia que peregrina en Monterrey, ¡la paz esté con ustedes!
Estimados hermanos:
«No conviene que el hombre esté solo» ( Gn 2,18). Desde el principio, Dios, que es amor, creó el ser humano para la comunión, inscribiendo en su ser la dimensión relacional. Así, nuestra vida, modelada a imagen de la Trinidad, está llamada a realizarse plenamente en el dinamismo de las relaciones, de la amistad y del amor mutuo. Hemos sido creados para estar juntos, no solos. Y es precisamente porque este proyecto de comunión está inscrito en lo más profundo del corazón humano, que la experiencia del abandono y de la soledad nos asusta, es dolorosa e, incluso, inhumana. Y lo es aún más en tiempos de fragilidad, incertidumbre e inseguridad, provocadas, muchas veces, por la aparición de alguna enfermedad grave.
Con estas palabras comienza Su Santidad, Francisco, el mensaje sobre la XXXII Jornada Mundial del Enfermo a celebrarse este próximo 11 de febrero. Refiere el Papa que en tiempos de dolor, como la pandemia que vivimos hace unos años atrás y de la cual aún hay algunos estragos, los médicos, enfermeras, así como principalmente los enfermos, se sintieron solos, debido a que no podían estar reunidos con quien amaban y les amaban. Actualmente, en el proceso de la vejez y de la enfermedad, se vive tristemente el completo abandono y esto por producto del individualismo, de la cultura del descarte que no considera a las personas con valor primario que hay que respetar, especialmente si son adultos mayores, enfermos o discapacitados.
Nos exhorta, también, a ver que lo primero que ocupamos en la enfermedad es la cercanía, ya que, al cuidar al enfermo, cuidamos y alimentamos nuestras relaciones con Dios, con los demás y con nosotros mismos. Y a los que padecen enfermedad, los exhorta a no avergonzarse de su deseo de ternura y cercanía. A erradicar el pensamiento de ser una carga para los demás, y a ser conscientes de que su enfermedad es una propuesta de libertad de ser, libertad de vida que da al hombre la auténtica salud divina.
La XXXII Jornada Mundial del Enfermo, en efecto, no sólo invita a la oración y a la cercanía con los que sufren. También tiene como objetivo sensibilizar al pueblo de Dios, a las instituciones sanitarias y a la sociedad civil sobre una nueva forma de avanzar juntos.
En nuestra Arquidiócesis celebraremos esta Jornada por los enfermos, pidiendo no solo por su salud física, sino por todos aquellos que se han asociado a sus sufrimientos, así como por quienes se dedican a su cuidado médico, con un MES de la SALUD. Así, durante este, tendremos las siguientes actividades:
Miércoles del mes de febrero:
- Rosario por los enfermos, familiares y profesionales de la salud.
6:00 p.m.
Vía línea página Facebook: Pastoral de la Salud Arquidiócesis Monterrey.
Viernes del mes de febrero:
- Hora Santa por enfermos, familiares, cuidadores y profesionales de la salud.
11:00 a.m.
- Misa por enfermos, familiares, cuidadores y profesionales de la salud.
12:00 p.m.
Vía línea página Facebook: Pastoral de la Salud Arquidiócesis Monterrey.
Presencial Christus Muguerza. Ave. Hidalgo 2525 Pte. Col. Obispado.
Sábados de febrero (10,17,24):
- Seminario de Acompañamiento en la Enfermedad
Auditorio Juan Pablo II
10:00 a.m. a 12:00 p.m.
Celebraremos la Eucaristía el día 11 de febrero del presente año en la Basílica de la Purísima Concepción de María, en Monterrey, a las 13:00 horas (Misa de Unción de Enfermos). Por lo que pido a todos los señores párrocos inviten a aquellos enfermos de su comunidad, que no tengan grandes riesgos para su salud, a que puedan asistir y animar a todos a celebrar esta Jornada.
Dios, nuestro Señor los bendiga abundantemente y que María de Guadalupe, Salud de los enfermos los proteja con su manto.